domingo, 11 de octubre de 2009

Compromiso docente y retos para la EMS

En dias pasados platicaba con mis alumnos de Ecología acerca de realizar acciones en pos de mejorar nuestro entorno, la conversación fue desviándose a temas de cultura, economía y política. Algunos consideraban que ya no era posible cambiar los esquemas actuales, ni la mentalidad de los adultos y menos de los gobernantes por el alto grado de corrupción existente. Sin embargo es necesario pensar que los actos de corrupción empiezan en casa, desde que se solapan conductas inadecuadas, hasta minimizar las acciones de nuestros padres, hijos, hermanos porque consideramos que no pasa nada, o que no es grande la falta. Pero en realidad existe una sutil linea entre lo que está bien y lo que está mal, que cuando cruzamos la línea es realmente imperceptible, p.e. una mentira blanca, el cruzar en sentido contrario, estacionarnos en doble fila, etc etc.

A donde voy con esa idea, los actos que hacemos día a día nos hacen grandes o nos empequeñecen. Como madre, ¿soy un ejemplo a seguir o en definitiva provocar que mis hijos vayan en dirección opuesta?. Igual como docente, me tengo que preguntar que imagen muestro a mis alumnos? ¿Soy congruente mi decir con mi hacer? Por lo que considero que en estos tiempos actuales, donde nuestros contextos son consecuencias de las decisiones que han tomado nuestros gobernantes con aciertos y los fracasos, cobra vital importancia que reubiquemos a la educación como un gran campo de acción trascendental para nuestra vida presente y futura. Lo que hagamos o dejemos de hacer tiene sus consecuencias.

Por ello considero que como ciudadanos, padres y madres de familia, profesionistas, tenenemos un gran reto en la formación de nuestro capital humano y somos corresponsables en la formación de los jóvenes. Como docente, es necesario un compromiso auténtico en mejorarnos como personas, capacitarnos y ofrecer una educación de calidad que se refleje en unos jóvenes comprometidos con su entorno, no solamente que tengan los conocimientos suficientes sino que desarrollen habilidades y actitudes que los haga ser más solidarios, responsables y que brinden lo mejor de si mismos.

Por lo que es fundamental que nuestra practica sea humanista, en donde aprendemos también de nuestros alumnos, los escuchamos y crecemos junto con ellos. Así que es necesario el cambio, o corregimos el rumbo o nos hundimos. Los docentes debemos asumirnos como pieza importante en el cambio, y mas que ver los obstáculos, debemos visualizarlos como retos para que podamos avanzar hacia una sociedad más justa, equilibrada y donde cada accionar nuestro este impregnado con calidad e intención de hacer bien las cosas.
Saludos, Jemima